Un paseo por el Casco Histórico

Es el corazón de la ciudad. Un lugar tranquilo en el que se respira Historia entre calles angostas y adoquinadas. De una belleza incomparable.
Un conjunto que es de obligada visita, en el que se encuentra nuestro Mika Jatetxea y que le invitamos a recorrer con nosotros. Le dejamos dos folletos para que los descargues

Una vuelta a las murallas

Aproxímese al Casco Histórico realizando un paseo alrededor de las murallas, las mejor conservadas de Gipuzkoa, y aprecie su sobriedad y dimensión.

Por la calle Mayor

Es la mejor forma de acceder al recinto amurallado, por la puerta de Santa María y accediendo la adoquinada y espectacular calle Mayor.

Plaza del Obispo

Por una de las callejas de la calle Mayor se accede a este plaza, un rincón precioso dedicado a D. Cristóbal Rojas y Sandoval, hijo de la ciudad que fuera capellán de Carlos V y arzobispo de Sevilla. 

La Parroquia

Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, en la calle Mayor, se alza imponente con sus sobrios muros con el escudo de la ciudad en piedra sobre su torre.

Plaza de Armas

En la parte superior de la calle Mayor, accedemos a la Plaza de Armas, la parte alta del Casco Histórico, que abre uno de sus lados a la desembocadura del río Bidasoa. 

El Castillo

Preside la plaza de Armas y hoy es el Parador de Turismo. Su construcción se atribuye a Sancho Abarca de Navarra y la sobria fachada corresponde a la época de Carlos V. Era a la vez castillo y palacio. Contaba con seis plantas para aposento de las tropas, almacenes, depósito de munición y pólvora, calabozos y caballerizas.

Plaza de Gipuzkoa

Es una de las plazas más visitadas y fotografiada, que recibe también el sobre nombre de plaza de los cañones. Es una plaza de reciente creación, con soportales de tipo castellano y de una gran belleza.
Pasee por su piso empedrado y adoquinado.

Baluarte de la Reina

Elemento significativo de la muralla. Su situación estratégica hizo que sufriera intensos ataques en los diversos sitios que padeció la Ciudad. Fue construido en el siglo XVI y en el  paseo superior, llamado Murrua, puede observarse el grosor de las murallas.
Visítelo desde el pie de la muralla y desde su parte superior. Y no olvide adentrarse en sus galaerías.